El housing, también llamado Co-location, es un tipo de hospedaje en el que el proveedor ofrece al cliente el alojamiento de los equipos en espacios especialmente acondicionados y preparados para ello, asegurando las condiciones de clima y la continua disponibilidad de la alimentación eléctrica y conexión de red.
Este servicio se requiere, cuando el cliente dispone ya de los equipos que quiere alojar en el Data Center y también, cuando el cliente dispone ya de parte o todo el personal que se hará cargo de la operación y administración de sus sistemas.
En este escenario, el cliente requiere acceso físico a sus equipos, así que todos los aspectos de seguridad física y gestión y control de la presencia adquieren una especial importancia. El proveedor deberá garantizar el acceso físico a las instalaciones en cualquier momento del día o de la noche. Con ello, deberán existir mecanismos eficaces de control de acceso para garantizar la seguridad de las instalaciones, pero sin impedir el acceso libre en cualquier momento o con plazos de preaviso largos. Para que esto se cumpla, el proveedor deberá disponer de sistemas de control de acceso automáticos (por ejemplo tarjetas de proximidad) y complementado con sistemas biométricos para minimizar la posibilidad de fraude, además de sistemas de vigilancia por video con grabación digital.
En las salas compartidas, todos los espacios sensibles de uso común (instalaciones) y de cada cliente (armarios o jaulas) deberán contar con cerraduras y el proveedor deberá imponer un régimen estricto de gestión de llaves. El propio sistema automático de control de acceso al edificio y a las salas también deberá emplearse para el control de acceso a las jaulas y armarios de cada cliente.
El servicio básico de housing o co-location se podrá complementar, en la medida de la necesidad del cliente con los mismos servicios comunes que de que dispone el alojamiento compartido También para esta modalidad de hospedaje es importante que el proveedor ofrezca personal in situ las 24 horas, para suplir la falta de una presencia permanente del personal propio del cliente.